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Mostrando las entradas de enero, 2021
  Apartes Desvelo, en la profunda noche.  Ruidos callejeros, en silencio, pero que se escuchan, invaden el cuarto, mi cabeza, interrumpen el sueño. Despierto, humedad inquieta, regocijándose en su afán de ser solo una molestia, poco modesta e ingrata.  Camino descalzo, bebo unos cuantos sorbos de agua, refrescante agua, que limpia y sana; me dirijo hacia el balcón, meticulosamente despliego un postigo, me siento y luego respiro. Un vacío 109 que cruza la noche. Enciendo el último cigarrillo, fumo y pienso mientras miro al cielo, las estrellas, sigo pensando. En cuestión de días, dejo de ser un año más joven, para, simplemente, ser un año más grande. Cosas del tiempo. Sigo fumando mientras escribo estas palabras cansadas, acaloradas, con poco sentimiento. Termino el cigarrillo, me detengo a ver el circuito de un lejano avión sobre el cielo negro anaranjado que se va, me voy, vuelvo a dormir. 29/11/2011
Mientras llovía de noche. Supongo que se torna ineludible caer en el lazo, en la conexión que se crea, o al menos, que uno crea hacia otra persona, una conexión tramada con los más finos sentimientos de amor, de esperanza y tal vez, de desencuentro, que llevan al corazón y la mente a amar aún en momentos inoportunos. Ese lazo vital, sabia bruta de los eternos soñadores, cual caballero a su princesa, rescatándola de su honda soledad. Tal vez amar, por tan consciente e infructuosa resulte, es la clave para dejar de ocultar los mil colores que tiene el alma, el alma enamorada, que solo divaga entre los labios, las manos, las ondas del cabello de la mujer más dulcemente añorada del planeta. Pero, ¿qué sabemos del amor?. Todo lo que nos dicen sobre el amor, todo lo que asimilamos que es, cuando realmente es el corazón, que nos tumba y nos despierta de un oscuro y lento sueño repleto de ignorancias. Confío y creo plenamente en el amor, porque sé que él, despertará el corazón de la mujer ...
  Hoy Llueve. Una gota cristalina, nacida para ser naturaleza con un único fin, caer. Los arboles festejan de ese gran fenómeno que los llena de vida, de ganas de crecer, de madurar.  En las calles se respira olor a tierra. Ese no se olvida. Un intrépido sol que intenta asomarse por un claro, luchando con las inquisidoras nubes grises, que tratan de lucirse en su momento. Insiste, no lo logra, parece un espejismo lejano. Las flores, con un suave vaivén se mecen, perfumando el aire, llenando de color la tarde. Yo expectante, sentado, refugiado, miro y observo detrás de un ventanal como el agua se hace charco, luego barro, luego vida. Algún que otro travieso pájaro, osa cruzar la lluvia, en busca de su compañera, o tal vez, en búsqueda de libertad. Jamás conocí sonido tan placentero y sencillo como el de la lluvia al caer, simple, relajante, que incita a soñar. Sostengo la mirada sobre un perro callejero, no logro darme cuenta si viene hacia mí o está quieto, estoy confundido. D...
  En todo este tiempo. Así es, una circunstancia, cientos de miles de segundos que permiten encontrarme con mi ser interno, acurrucado en la densa soledad de una casa vacía, con pocos ruidos, y poco ser vivo dando vuelta, pero mucha vida queriendo ser. Día, noche, amanecer, atardecer, lluvia, sol, humedad. Me describo por los rincones, dejando una impronta de juventud dorada justamente en eso, en los rincones.  Abro los ojos lentamente, es de día, inmediatamente me paro, camino desnudo por la casa, y así hasta enroparme. Un poco de lectura y calculadora a nadie le viene mal, por eso mismo, agarro algo para leer y una calculadora.  Mediodía, almuerzo, la soledad se hace notar. Más tarde, los amigos, que disfrutan de extraviarse de sus casas por unos momentos, relajados, algunos más verborrágicos que otros, otros lúdicos, otros modelos, otros...Son seres que están de visita, que se van y vuelven, y vuelven a marcharse. Cuando cae la noche, simplemente acojo mis pensamientos...
  Pensares. -Y quédate, así se que, si estás despierta, te puedo pensar.  -Pero piénsame, y si no estoy, piénsame igual y si muero, piénsame también, y si te cansas piénsame. -Aún dormida, aún dormidos, el pensamiento es eso, un pensamiento que viaja y nos descubre, nos encuentra en la soledad de la noche, en la distancia, en la presencia, en el querer... -En el aire, parte de la noche y una estrella se cae y no la veo, la ven, vuelvo a escuchar la canción, vuelvo a mirar y no sé, nada sé, lo pensé y no me marche, me quedé, pero pienso, te pienso. -En el choque de dos cometas, desprendiendo luz, de la misma que sale del alma, alma que en silencio cela mis pasiones, mis encantos, mis ganas de ser algo, cerca tuyo, con vos, parte de vos. -Vos ya sos sin mi, ya tienes mirada, ya sos parte de mi, ya soy parte de vos, ya somos parte del aire. -Si duermes, piénsame.... 09/05/2014
  Porque es ella. Señorita risueña, figurita delgada, nombre que huele a mil primaveras, soñadora alma que vuela y trepa por los bastos colores de su arcoiris. Ella es la musa que lleva a las mentes a soñar un mundo de amores, sonidos y cantos, felicidad. Como la Venus de Milo, despierta corazones, inundándolos de belleza y de risas, como una estrella fugaz, dejando su luz y su aroma en el camino.  Mi propio ser, que desde el vacío y la soledad la añora en silencio, quiere estar con mi alma enamorada. Mujer brillante, con ojos que iluminan el mar mas profundo, ojos que guían hasta el alma más perdida, con su mirada te abraza, te enseña, te ama, si, con sus ojos como de miel recién extraída, cómo olvidarlos. -Estas allá, yo acá, pero no importa la distancia. Seamos como dos pequeños inocentes que imaginan un mundo puramente nuestro, sencillo.- Y así es como me recibe, con alegría, con su plenitud de adolescente, me quiere, la quiero, peleamos, volvemos a amar. 10/02/2015
  Somos. Existimos los que somos con el aire, con el viento. Los que somos cuando estamos acá o allá, sin importar la distancia. Existimos los que, sin querer mirar lejos, nos limitamos al ojo, cerca. También somos los que sabemos que no decir, cuando alguien no nos pide una palabra, y somos los que hablamos, por tener boca. Existimos los que del corazón se nos escapa la vida, pero la vivimos. Existimos los que no valemos nada, si nos miran desde arriba. Somos aquellos que queremos ser cuando no podemos y que, de vez en cuando somos, sin saber que hacer con ello. Existimos los que tenemos una pócima de esencia de humanidad destruida, golpeada, en un frasco de cristal, olvidado en el cajón de la mesa de luz.  Existimos los que somos hijos, padres y abuelos. Somos la cultura de las generaciones, que interactúa con la realidad. Pero lo que queremos dejar de ser, es solo carne, sombras, pasos, movimiento.  Existimos los que siempre queremos ser. 15/02/2012
  Tierra Austral. En cualquier lugar del mundo, no pedí nacer aquí o allá, solo nací. Florecí sin ser una planta y me arriesgue a vivir en un tiempo y en un espacio, sin tiempos y con poco espacio.  Reconozco mi país como mi hogar, como mi lugar en el mundo, como mi madre, queriéndome tal y como soy. Porque sos tan mía Argentina, tan de todos, sos tanto amor, sos el azúcar en el algodón. Te recogí y me adoptaste, porque ya sos imprescindible, ya estás desmesuradamente lejos en mi. No creo poder ser lejos de ti, no contemplo una mínima idea de alejarme, no podría serte infiel, desleal.  Sigo creciendo, en tu seno, acordonado de tus centenares de historias y anécdotas que atesoras con tanta honra, rebosante de personajes y figuras pintorescas, que pasaron sobre tí, que te pisaron, te comieron, te vivieron y hacia ti, luego fueron a fenecer. Fragmentos de tu historia, de tu vida, que siempre están ahí, latentes, para cada niño endulzado por tus encantos de tierra. Argentina,...
  Congoja. A veces pienso que estoy adormecido.  P ero es la conciencia la que se eleva y abandona mi cuerpo, dejándolo aislado, desolado. Busco respuestas en un camino de penumbras, de tinieblas, pero solo encuentro más misterio.  Me adentro en el bosque y acierto con un pantano de aguas sombrías, postergado. Me reverbero, hay algo siniestro, no soy yo, no es mi cuerpo, no son mis manos, ni mi pelo, ni mis ojos; me desconozco, pero sigo. Me muevo sobre el canto hasta llegar al espejismo de puente. No sé cómo, pero lo cruzo, con heridas y mis ropas raídas. Definitivamente no era un puente, ni siquiera un espejismo; era un deseo mal concebido, era mi mente, que buscaba huir, escapar de ese lugar de espectros. Aflora la noche, el sol se desmorona como una fruta madura, dejándome a la deriva. Las copas de los árboles que danzan, llamados de animales que atemorizan mis sentidos, pero sigo alerta y no descanso, me resisto a ser presa de algo que ni siquiera sé si existe, de al...
  Intangibilidad. Los entendidos sobre el término en resonancia, en este caso, la palabra  pasión , deberían replantearse todo aquel conocimiento que tengan de ese sustantivo.  Al menos deberían analizar su estado de conciencia, tal vez inconsciencia, al momento de elaborar una definición lógica o válida. Deberían. Como así también se debería poder llegar a una comunión entre los sentimientos que nos habitan en el corazón y la mente, los que se expresan en cada uno de esos órganos, en parte sensoriales. Aunque difícil, inteligente aquel dichoso. A menudo los seres tratamos de ser prácticos, aunque siempre sabemos cómo complicar las situaciones, solo para darle un poco de sentido a esas cosas, para agregarle una dulce cuota de la palabra en cuestión o sólo para vivir un poco más al límite. Particularmente, infiero que la  pasión  deben ser esas ganas, ese motor que nos inspira a movernos, hablar, a comer, amar, movilizándonos. Supongo que sin esa máquina intangib...
  Le aconsejamos que no se pierda en pensamientos inútiles. Hoy, nuevamente, desperté con hambre. Es un hambre visceral, de varios días sin ingerir alimento alguno. Siento que mis tripas se engullen entre si. No estoy sorprendido, de hecho, es rutinario. Mis días son con el hambre, ya lo siento una compañía, un ente que, a veces, no me deja pensar con claridad y yo sé que soy un visionario. Mi hambre hasta tiene varios amigos que claro, yo también conozco, son "amistades" mías por igual. No comparto dichos con el frío. Me cuesta relacionarme con él durante muchos  meses en el año. Eventualmente desaparece y estoy más seguro, aunque desconozco la seguridad que me brinda su ausencia. Con el oportunismo tengo relación de conveniencia, como una simbiosis a la orden del  día. Me ayudó y salvó en varias oportunidades, le debo algunas cosas. Ya se las pagaré detrás de unas rejas por uno o dos días. A la soledad la sé bastante. Es tímida cuando pasa la gente, hasta hay veces en q...
  Cuando decae la noche. Ahí van los locos de siempre, a los que les gusta mojarse con la lluvia, a los que les gusta  mirarse a los ojos, a los que la vida los sorprende a cada rato, los que se encuentran en cada esquina uno y todos los días. Los locos que prefieren mirar hacia arriba, cansados de la suciedad del suelo, los que cantan,  los que sonríen, los que cantan sonriendo. Ahí van los locos de siempre, a los que les gusta ser locos cuando decae la noche… 30/03/2014
  Buenos Aires de noche. Buenos Aires de noche  es ciudad, cielo, estrellas,  es luna y silencio. Es una noche deseada de primavera. V iento que silba en paz, en los árboles, brisa. De noche Buenos Aires, es otra Buenos Aires,  es buenos aires.  A ires de frescura que se dejan respirar y de canción de guitarra en una  plaza sobre Córdoba. Es taxi vacío,  balcones oscuros  y muchos sueños que se desvanecen con el amanecer de la Buenos Aires normal. Es el momento del día para reflexionar sobre lo que viene  y lo que fue. Es amistad y risa. Buenos Aires de noche, es noche. 28/11/2012
  Jueves. Para muchos un día más, una noche más, Para otros, casi fin de semana, expectantes para gastarlo todo, no solo dinero. Para otros tantos, oportunidades, ver la vida desde otro punto de vista, ese punto que envidian los jornaleros, que se levantan con el primer rayo de sol, incluso antes. Ciudad grande, con muchas almas, pero poco razonamiento, con mucho cuerpo siguiendo un ritmo, una sensación, una fragilidad intangible, pero siempre presente. Te sitúas en medio de la noche, no sabes bien donde.  Hay muchas opciones donde anclarte un par de horas. Observas, nada parece llamarte la atención, ya con treinta y dos no crees que la noche sea lo tuyo. Preferís la compañía de una película al calor humano.  Te preguntas porque pasó tanto tiempo, si ayer solo eras un púber de veintidós. No logras comprenderlo pero lo aceptas y te dormís mirando el show de Truman. Poco logras dormir, aquejado por las preguntas que te acosan la cabeza, la almohada. Te despertas y no entend...